1. Posición inicial: Acuéstate en el suelo sobre una colchoneta o superficie cómoda. Dobla las rodillas y coloca los pies planos en el suelo, a la altura de las caderas. Puedes cruzar los brazos sobre el pecho o colocar las manos detrás de la cabeza, pero evita tirar del cuello.
2. Alineación: Asegúrate de que tu espalda esté recta y que tu cabeza esté alineada con tu columna. Mantén la mirada hacia el techo.
3. Ejercicio: Inhala profundamente y, al exhalar, contrae los músculos abdominales y levanta el torso hacia las rodillas. Mantén los pies y la parte baja de la espalda en el suelo mientras te levantas.
4. Contracción: Al llegar a la parte superior del movimiento, aprieta los abdominales y mantén la posición por un segundo.
5. Descenso: Baja lentamente el torso de vuelta a la posición inicial, controlando el movimiento y evitando que tu espalda se arqueé.
6. Repeticiones: Realiza entre 10 y 15 repeticiones y puedes hacer 2 o 3 series, dependiendo de tu nivel de entrenamiento.