1. Posición de gato: Comienza arqueando la espalda hacia arriba, llevando el mentón hacia el pecho y contrayendo el abdomen. Imagina que estás imitando a un gato que se estira.
2. Posición de vaca: Luego, baja el abdomen hacia el suelo, levanta la cabeza y el coxis hacia el cielo, creando una curva en la espalda hacia abajo. Esto se asemeja a la postura de una vaca.
Alterna entre estas dos posiciones, inhalando en la postura de vaca y exhalando en la postura de gato. Es un movimiento fluido que ayuda a liberar la tensión en la espalda y a mejorar la circulación.