1. Posición inicial: Acuéstate sobre una superficie plana, como una colchoneta, con la espalda bien apoyada y las piernas estiradas.
2. Movimiento: Levanta las piernas juntas hacia arriba, manteniéndolas rectas. Intenta elevarlas hasta formar un ángulo de 90 grados con tu torso.
3. Bajada controlada: Luego, baja las piernas lentamente hacia el suelo, pero sin que toquen el suelo. Esto ayuda a mantener la tensión en los músculos abdominales.
4. Repeticiones: Puedes hacer varias repeticiones, comenzando con 10-15 y aumentando a medida que te sientas más cómodo.