La dieta paleo, también conocida como la dieta del hombre de las cavernas, ha ganado popularidad en los últimos años como una forma de alimentación que busca imitar la dieta de nuestros ancestros cazadores-recolectores. Pero, ¿qué implica realmente esta dieta y cuáles son sus beneficios y desventajas? Vamos a explorarlo.
¿QUE ES LA DIETA PALEO?
La dieta paleo se basa en la premisa de que nuestros cuerpos están mejor adaptados a los alimentos que consumían nuestros antepasados durante la era paleolítica, que abarca desde hace aproximadamente 2.5 millones de años hasta hace unos 10,000 años. Esta dieta se centra en alimentos enteros y no procesados, eliminando aquellos que se introdujeron con la agricultura y la industrialización.
ALIMENTOS PERMITIDOS EN LA DIETA PALEO
En la dieta paleo, se pueden consumir los siguientes grupos de alimentos:
– Carnes magras: Preferiblemente de animales alimentados con pasto y criados en libertad.
– Pescados y mariscos: Especialmente aquellos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y las sardinas.
– Frutas y verduras: Se fomenta el consumo de una amplia variedad de estos alimentos, preferiblemente frescos y de temporada.
– Nueces y semillas: Son una buena fuente de grasas saludables y proteínas.
– Huevos: Se consideran una excelente fuente de nutrientes.
– Aceites saludables: Como el aceite de oliva, el aceite de coco y el aceite de aguacate.
ALIMENTOS A EVITAR EN LA DIETA PALEO
La dieta paleo excluye:
– Granos: Como el trigo, el arroz y el maíz, ya que se introdujeron con la agricultura.
– Lácteos: La mayoría de las versiones de la dieta paleo evitan los productos lácteos, aunque algunos permiten el consumo de lácteos fermentados.
– Azúcares refinados: Se eliminan todos los azúcares añadidos y los edulcorantes artificiales.
– Alimentos procesados: Cualquier alimento que contenga aditivos, conservantes o ingredientes artificiales.